Libertad

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domingo, 15 de mayo de 2016

El hombre que siempre quiso llorar y no pudo

Cansado de infortunios -el hombre que siempre quiso llorar y no pudo- decidió empezar a escribir su historia. Más por necesidad que por placer, a veces, por miedo a que llegara el punto en el que empezara a no recordar todo aquello que ahora afloraba por su piel. 

Cogía el lápiz y el papel, porque era un hombre clásico, no le gustaban los avances tecnológicos, él solía decir que la humanidad se deshumanizó cuando se cambió la pluma por el teclado. Aunque no se percatara de que la pluma había dejado de usarse años atrás.


Pero siempre acababa soltando el lápiz, por miedo a reconciliarse con los fantasmas de su pasado, por miedo a ver en lo que se había transformado casi sin darse cuenta. Y digo "casi" porque sabía en lo que se estaba convirtiendo pero se dejaba llevar porque creía que era lo mejor. 
 - En la vida, llega un momeno en el que te dás cuenta de que las cosas no suceden por algo, sólo suceden- decía.

Por motivos que sólo él sabe, se marchitó con el paso del tiempo, sin resistencia. 

-El hombre que siempre quiso llorar y no pudo- no lloraba nunca, pero escribía. Sin embargo, nunca era capaz de escribir su historia, y esta quedaba encerrada en su pensamiento como un pétalo queda suspendido en el cielo esperando a que el viento cese para por fin posarse en tierra firme, en algún lugar perdido de la nada. 
Él era el pétalo, los vientos eran sus fantasmas.



Aquella vez fue diferente. Al final por esa necesidad tan humana de no querer caer en el olvido -el hombre que siempre quiso llorar y no pudo- recogió su lápiz, y empezó a escribir, con el fin de que alguien en el futuro se dejara caer por sus párrafos:



"Prólogo:

A mi me gustaba hacer el amor contigo en el tren, sentado a tu lado, me desnudabas con tu mirada, y con tu sonrisa, estabamos desnudos uno al lado del otro y sólo lo sabíamos nosotros.
Yo nunca he sido pesimista, ni creo que ahora lo sea. Fuiste tú la que con su sonrisa me sacó de este mundo, fuiste tú la que luego me hizo caer en la realidad, buena o mala, pero realidad.
Volví de ti siendo otra persona. Parece que nadie se dió cuenta de la catarsis inversa que me estaba transformando y eso era lo que más me disgustaba.
 
Ahora, una parte de mi se estremece  pensando en mi vida tal y como es. 
Una lluvia de dudas colma mi interior, preguntando.
Mi vida sigue día a día, todo cambia de manera contingente pero nada cambia en esencia. 
No me identifico en el bullicio del metro, ni en las personas que escandalosamente buscan la aceptación de si mismas en los demás, intentando caer bien a toda costa, con falsas risas y falsa modestia.
No encuentro virtudes ni valores en esta ciudad, tampoco en mi mismo. Porque después de mucho tiempo me he dado cuenta de que no quiero ser buena persona. Tampoco quiero ser la peor.
Yo quiero ser yo. Sin fingir. 

Quiero ser la madurez de saber mis anhelos, la satisfacción de las cosas bien hechas, la emoción que siento al verte, la fragancia que me enamora cuando pasas.
Una emoción, una fragancia, buena o mala, pero que se sienta, pero que se huela.

Pasan los días y todavía no encuentro los motivos para querer coger ese tren y volver, volver a donde yo siempre quise estar. Pero me esfuerzo por intentar encontrarlos, créeme, me esfuerzo."



" It feels like I only go backwards, baby
Every part of me says go ahead" .